jueves, 10 de enero de 2013

Las horas bajas de la Pentacampeona del mundo


Cualquier aficionado al fútbol crecido en otra época siempre vio a la selección brasileña por encima del resto dentro de este deporte. Un equipo que se convertía en leyenda con cada generación de furtbolistas, y al que tanto rivales como aficionados temían más que el resto. Hablo,  de la canarinha.
 
 

La selección brasileña se empezó a confirmar como la principal potencia futbolística al conseguir su primer Mundial, el de Suecia en 1958, que era sólo el principio de la primera era dorada, una época que con Pelé, la estrella del Samtos, como abanderado los colocó como el país de referencia por juego y capacidad de crear estrellas del fútbol a nivel mundial. Aquella era duró 12 gloriosos años, en los que consiguieron ganar en tres ocasiones el Campeonato Mundial de selecciones  y consagrarse como el rival a batir en el fútbol a nivel de selecciones. No obstante, el torneo de 1970 fue el último del crack Pelé.
En el mundial de Alemania 74 y Argentina 78 los brasileños no consiguieron llegar a lo más alto. Primero fue la Naranja Mecánica del gran Johan Cruyff quien los eliminó
La llegada de la década de los 80 no mejoró las cosas en lo que a títulos se refiere, aunque en España 82 vimos a una de las generaciónes de futbolistas con más calidad que se quedó sin conseguir una Copa del Mundo. Los Zico, Sócrates y compañía no pudieron superar el juego defensivo de una selección italiana que acabó coronándose campeona por tercera vez en su historia. 4 años más tarde, en México 86, llegó la voracidad de un tal Diego Armando Maradona y nada se pudo hacer ante aquella exhibición que consagró al argentino como el mejor (aunque a los brasileños los eliminó la Francia de Michel Platini).



Los 90 crearon a la otra gran época de esplendor del fútbol no sólo de Brasil, sino sudamerica tambien. Pero entre todas aquellas selecciones destacaba una la Brasileña. La que recordaba a los viejos tiempos, con Ronaldo, Romario, Dunga, Cafú, Roberto Carlos y una larga sucesión de estrellas que se unieron bajola verde-amerela para alcanzar la gloria (bajándose unos del barco y subiendo otros con el paso de los años) durante más de 10 años. Los trofeos de Estados Unidos 94 y Corea y Japón 2002 acabaron en sus vitrinas, y cerca estuvo de ser así en Francia 98 tras perder 2-0. 
 

 
Ya en Alemania 2006 vimos a una canarinha plagada de grandes estrellas veteranas junto con algunos jóvenes promesas como Ronaldinho Kaká, pero la mezcla no funcionó. Desde ese Mundial, que significó el fin de una nueva era  nada parece ser lo mismo, la marcha de los Ronaldo,Cafú y compañía marcó una época de inflexión. 

 
Sorprende que a día de hoy, los equipos sudamericanos sean menos favoritos que casi nunca, a excepción de Uruguay, en los grandes torneos internacionales, cuando siempre fueron la principal modelo a seguir, y mientras llega la nueva explosión de equipos europeos que siempre estuvieron ahí, como Alemania, Holanda o Italia y los años de oro de la hasta hace poco siempre desilusionante España.
 
 
 La pérdida de Brasil como principal referente es un mal signo para el fútbol, pero se debe confiar en los que están llegando. Los nombres propios que vistieron la camiseta de la canarinha en los últimos años no eran en muchos casos del nivel que nos acostumbraron siempre, pero una mala racha la atraviesan hasta los más grandes. Ya están llegando los Neymar, Oscar o Lucas Moura para reclamar lo que pertenece a los suyos: la vuelta de la Seleçao al Olimpo del fútbol. La gloria es el objetivo, Brasil 2014 el lugar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario